jueves, 11 de diciembre de 2008

MIS SENTIMIENTOS Y MANERA DE PENSAR AL FINAL DEL MODULO PROPEDEUTICO.
El final de un suceso, época o acontecimiento, evoca nostalgia, y esto nos conduce a repensar lo que hemos hecho, lo que estamos haciendo y lo que planeamos hacer.
Una fémina de 46 años decidió hacer realidad un sueño añejo, pospuesto una y otra vez por distintas circunstancias de la vida.
A esa edad ya no es una, precisamente lo que se puede llamar, jovenzuela, ya se medita más lo que se hace y la misma experiencia familiar, laboral y de vida hacen que uno aprenda a priorizar y a no abandonar las empresas que se inician por difíciles que éstas parezcan.
A estas alturas de mi vida puedo decir que he vivido la vida a plenitud, me he desenvuelto y sentido realizada como hija, como estudiante, como esposa, como madre, como hermana, como trabajadora, como profesora( y aquí he sido un poco médica, psicóloga, Celestina *aquella que componía amores*, institución crediticia, madre, padre, amiga , confesora, instructora polifacética *incluyendo lo que ni siquiera sabía* y también traidora *a juicio de quien así me consideró y tuve que traicionar para sacarlo(a) de su letargo y poder lo (a) ayudar), como un ser dentro de un sistema ecológico, como una ente social, como un poco poetisa, como viajera incansable, como solidaria ante el dolor ajeno, etc… y aquí estoy …..de nuevo como estudiante!!!!!!
Curiosamente en mi centro de trabajo (donde soy considerada como joven respecto a la edad de la mayoría del profesorado) no he sido acogida en este mi nuevo rol, con beneplácito, más bien me consideran falta de cordura porque me dicen: “Confórmate, no eres de la época de las computadoras” , “No quieras cambiar nuestra forma de enseñar”, “Que crees que tenemos tu tiempo y tu dinero para malgastarlo en clases que ya no nos van a aportar beneficio económico” .
Alguna de las autoridades (un jefe de enseñanza es el único que me ha felicitado), claro que yo tengo bien puestos los pies sobre la tierra (aunque me encanta ser soñadora) y no me dejo amedrentar por críticas negativas.
Menciono lo anterior porque fácil hubiese sido para mi abandonar este módulo cuando me sentía tan deficiente en la competencia del uso de la tecnología, afortunadamente para mí, el leer los textos de gente con un gran espíritu solidario y de compromiso social y académico fortalecieron en mi las cuatro competencias (objetivo del módulo propedéutico), e hicieron llevadera la acción emprendida.
Las telesesiones y las actividades, tanto de antes de la proyección, en sede y para después del evento; que para alcanzar los objetivos, se planearon fueron las idóneas. Estoy conforme con el módulo, con las personas que intervienen y lo hacen posible, con mis compañeros y con mis logros. Gracias y felicidades. Quisiera decir más, pero el espació se me acabó.

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